¡Chau desnutrición!

Anahí fue derivada desde el centro de su centro de salud de Alderetes debido a su bajo peso. Ingresó con diagnóstico de desnutrición moderada.

Al llegar, se veía una bebé muy pálida, que dormía casi todo el tiempo y que lloraba con gran angustia. La mamá nos contó que el llanto era por hambre, ya que ese día no había tenido leche para darle.

En CONIN le dimos una mamadera, ¡que se tomó en un segundo! Desde aquel día, lleva desde nuestra fundación leche, y el equipo le enseñó a preparar la mamadera con las proporciones acorde a la edad de Anahí.

En menos de un mes logró la recuperación nutricional. Además, hoy es una niña saludable, que juega, explora, ríe, disfruta del maternal y se muestra alegre. Su mamá está muy agradecida con todo el acompañamiento y los logros que experimentaron desde que llegaron a CONIN. ¡Gracias equipo!